Con el propósito de rescatar la siembra y procesamiento de la hoja de tabaco en Costa Grande, así como generar fuentes de empleo para la población, un grupo de estudiantes de la Instituto Tecnológico de la Costa Grande, ubicado en Zihuatanejo, desarrolló y puso en marcha el proyecto denominado Puros Huapinolar, que consiste en elaborar puros, los cuales han comenzado a exportar a países como España, Estados Unidos y Canadá.
La pequeña empresa cuenta con 10 hectáreas de terreno propio donde se cultiva el tabaco, además de maquinaria y equipo adecuado para la elaboración de los puros y da empleo a alrededor de 10 personas directamente, agricultores, los que hacen los puros y los que construyen las cajas, y cuatro indirectamente, entre comercializadores y promotores.
La planta de tabaco fue muy popular en las comunidades rurales de la región décadas atrás, sin embargo, comenzó a desaparecer paulatinamente de los campos, y con ello, la elaboración de puros, que era una actividad económica a la que se dedicaban cientos de personas durante las tres primeras partes del siglo pasado.
En entrevista, Juan Jesús Ramírez Mora, miembro del equipo que ideó el proyecto y gerente general de la empresa Puros Huapinolar, contó que el proyecto nació a partir de un requerimiento de la materia de Mercadotecnia, lo que los llevó a convertir su gusto por los cigarros en una iniciativa para elaborar puros y comercializarlos en Zihuatanejo, Guerrero, y actualmente a varios estados del país y fuera de sus fronteras.
Antes de elaborar los puros -narró-, el grupo, conformado además por Marco Antonio Baños y Godofredo Villegas Castrejón, acordó buscar el asesoramiento de una persona experta en la elaboración de éstos, y encontraron en el mismo puerto a un individuo que fuma puros desde hace 60 años, siendo él mismo quien los elabora.
Esta persona, agregó, además de aceptar colaborar con el proyecto, indicó a los jóvenes emprendedores dónde podrían adquirir la materia prima, lo que los llevó con un productor de tabaco, de los pocos que quedan en la región, en la comunidad de La Soledad de Maciel, en Petatlán, “lo que resultó complicado, porque se trata de una planta que se dejó de cultivar hace décadas en la región, y son muy escasos los campesinos que tienen al menos un pequeño terreno sembrado”, apuntó.
Abundó que el productor y otras personas de la localidad, además de mostrarles sus pequeñas parcelas sembradas, luego de conocer la idea, accedieron a enseñarles la manera en que se debe sembrar la planta, cómo fertilizarla de una manera cien por ciento natural con la ayuda de una planta llamada zuzuca que sirve como abono.
Al principio los estudiantes compraban las hojas de tabaco a los productores, y al paso del tiempo y gracias a la aceptación que el producto ha tenido, los recursos recabados permitieron comprar un terreno de 10 hectáreas donde se siembra actualmente la planta.
Para que el producto se conociera, indicó Juan Jesús Ramírez, hablaron con los gerentes de hoteles en Ixtapa y Zihuatanejo para que éstos permitieran que las cajas con puros se exhibieran en sus restaurantes y bares, “y de ahí se inició la comercialización”, apuntó.
Lo que comenzó como un proyecto universitario, hoy es una empresa que exporta sus productos, cien por ciento artesanales, a otros países, y da empleo a unas 14 personas, con muchas posibilidades, según sus propietarios, de crecer y llegar a más destinos, además de que con el proyecto rescatan una actividad que fue tradicional entre la gente de la región, sobre todo en la zona rural.
Rescatan la siembra y procesamiento de la hoja de tabaco en Costa Grande
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